Todo partido político basa su existencia en la instauración social de una serie de principios de convivencia.
Nuestros principios, que nacen de la libertad de cada individuo para regir su vida, afectan al Gobierno de España y sus Instituciones, al nivel de protección que el Estado debe brindar a esa libertad y a la forma de sostenimiento de nuestra estructura política.
Consideramos que las personas poseen tres derechos congénitos, que solo a cada individuo pertenecen y de los que no pueden ser privados: El derecho a vivir, el derecho de libertad de pensamiento y deambulación, y el derecho a la propiedad de cuantos bienes y derechos adquieran lícitamente.
El derecho a la vida lo tienen las personas desde su concepción, y les pertenece a ellas mismas sin que tengan que pagar nada por ello. Al ser su derecho, nadie puede privar a otro de su vida, ni siquiera con su consentimiento.
El derecho a la libertad personal, como derivación del derecho a la vida, permite a cada uno la expresión de su libre albedrío y la conservación de su propia vida en la forma que cada uno decida. El derecho a la libertad ha de tener el límite marcado por la esfera de libertad de las demás personas.
Y el derecho a la propiedad, consecuencia del derecho a la libertad, ha de permitir a cada persona hacer propios los bienes y derechos adquiridos, de manera lícita, con el resultado de su esfuerzo, y disponer libremente de ellos. Nadie puede ser privado de sus bienes involuntaria ni falazmente.
En uso de su derecho de propiedad, las personas pueden adquirir, de manera lícita, cualquier otro derecho que integre su patrimonio personal.
En consecuencia, DERECHA LIBERAL ESPAÑOLA, como partido político que defiende la libertad individual de las personas y la exigencia de protección de sus derechos congénitos por parte del Estado, se concibe como una unión de personas cuyo objetivo es el de conseguir la implementación en el Estado Español de los siguientes Principios.
Principios Políticos
Principios Sociales
Principios Económicos
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